No podemos negar que el trabajo nos da un sentido de identidad importante; pensémoslo, cuando nos presentamos ante los demás usualmente lo que decimos es nuestro nombre y a que nos dedicamos.
“Hola, me llamo Sebastián y soy biólogo”
Por eso es que muchas personas sufrieron episodios depresivos durante el confinamiento pues perdieron su trabajo, perdieron eso que sostenía su identidad. Algunos llegaron a perderlo completamente, otros parcialmente.
El trabajo es necesario; no solo por lo obvio ($$) sino porque nos mantiene enfocados en algo y si tenemos la bendición de trabajar en lo que nos gusta, nos genera un fuerte sentido de propósito. Sin embargo, no es lo más importante.
Aunque el trabajo como tal ocupe 6, 7 u 8 horas de nuestra vida (en el mejor de los casos), ahí estará y si no es ese trabajo, vendrá otro. Pero nuestro cuerpo, nuestra salud mental y nuestras relaciones familiares y sociales no siempre estarán y muchas veces las colocamos en el último lugar de la agenda.
A mí me gusta ser psicóloga. Recuerdo que estaba en mi segundo trimestre en la U y mi papá me fue a traer. Yo venía saliendo de Psicología General y al verlo le dije, muy contenta, que no me había equivocado en la elección de carrera y que la estaba disfrutando mucho.
Pero si me preguntan, Sofía va mucho más allá de eso. Soy una mujer, soy esposa, soy hermana, soy prima, soy amiga. Me gusta bailar, me gusta cantar, disfruto decorar, a veces pinto, hago yoga, se me hace fácil enseñar, y ahora también creo contenido…
Etiquetar según las ocupaciones nos limita tanto, no solo a pensar que hay un único camino en la vida, sino que genera expectativas absurdas. Creemos que el psicólogo no puede sentir ni equivocarse. Creemos que el médico no se cansa ni se puede enfermar. Creemos que al chef todo le tiene que quedar rico, and so on.
Somos mucho más de lo que hacemos todos los días. Somos mucho más complejos que eso. Y si bien en nuestro trabajo podemos ser reemplazables, en nuestras relaciones NO lo somos.
Así que disfrutemos lo que hacemos, pero no nos desvivamos por eso. Permitámonos explorar otros intereses, otras relaciones, otras pasiones. Y sobre todo recordemos que podemos volver a empezar las veces que sea necesario.
En este momento, Julio 2023, soy psicóloga, instructora de Barre3, asistente legal, tutor virtual, y creadora de contenido de salud mental. Mañana no sé. En unos años peor. Lo que si sé es que en ese momento, espero sentirme libre, plena, y satisfecha con mi vida.
Eso es lo más importante.
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