Te mereces levantarte tranquilo, sin prisas
Te mereces disfrutar tus comidas en paz
Te mereces vivir tus procesos e irlos resolviendo lo mejor que puedas
Te mereces unos ojos que te vean con cariño
Te mereces seguridad y estabilidad
Te mereces hacer lo que más te gusta
Te mereces soñar, soñar en grande
Te mereces caer, levantarte, y volver a empezar las veces que sea necesario
Te mereces un amor que te sacuda y te haga crecer
Te mereces risas, risas fuertes, de esas que hacen doler el estomago
Te mereces sentirte libre
Te mereces tomar tus propias decisiones sin dar explicaciones
Te mereces un tiempo para ti
Te mereces todas las oportunidades del mundo
Te mereces vivir como a ti te parezca mejor
Te mereces tanto y a la vez nada.
La vida no se hizo a la medida de nadie. La vida es complicada. Muchas veces es injusta e ingrata pero son esos pequeños momentos de paz, de satisfacción, de amor, de risas, de bienestar, que hace que valga la pena vivirla.
Te mereces todo, pero no porque la vida te debe algo, sino porque tú te lo debes... entonces, ¿qué estás haciendo para conseguirlo?
Si te gustó, ¡compártelo!
Comments